Cumplir el objetivo de caminar 10.000 pasos diarios
Qué pasa si no cumples el objetivo de caminar los famosos 10.000 pasos diarios
Siempre ha existido cierta controversia en relación a la cantidad de pasos que hay que completar en el marco de una estrategia efectiva para velar por la salud, aunque lo cierto es que cada paso cuenta.
La cantidad de pasos, evidentemente importa. Pero también otros aspectos relacionados con el ritmo y el tiempo de la actividad. Así que vaya por delante que lo principal cuando hablamos de un ejercicio tan altamente recomendable como caminar es no obsesionarse. Por ello, establecer como objetivo completar 10.000 pasos al día puede estar muy bien, de hecho, está genial, pero para muchas personas puede no ser realista. ¿Qué pasa si no alcanzas esa mítica cifra? Pues la ciencia cada vez lo tiene más claro. O no.
En estos casos, lo más adecuado es comenzar por el principio. Por el origen de los famosos 10.000 pasos y por qué se convirtió en el estándar que nos ha acompañado a lo largo de varias décadas como cantidad recomendable en términos de salud. Huelga decir que su génesis no está del todo clara, aunque existe cierto consenso en atribuir a los amigos japoneses el hecho de habernos metido en la cabeza la famosa cantidad.
En concreto, debemos agradecer a una campaña publicitaria que esa cifra haya pasado a formar parte de la memoria colectiva de millones de personas. Y es que el origen podría remontarse a mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, cuando una una empresa japonesa -Yamasa Clock and Instrument Company- comenzó a comercializar un podómetro denominado Manpo-Kei, que literalmente significa ‘medidor de 10.000 pasos’, con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio y basado en la obsesión de algunas personalidades niponas por el creciente índice de sedentarismo en el país y la necesidad de mejorar la salud cardiovascular.
Y no, en aquella época no había ningún tipo de evidencia que respaldara alcanzar el objetivo de dar 10.000 pasos al día. Si acaso cierta intuición sobre que efectivamente podía ser un hábito saludable. Sin embargo, con el paso de los años sí ha habido un creciente interés por confirmar si efectivamente es recomendable completar esa cantidad para prevenir el riesgo de sufrir determinadas enfermedades y para mantener un peso saludable.
Cada paso importa
Y las conclusiones a las que ha llegado la ciencia es que sí y no. Puede resultar contradictorio, pero lo cierto es que tiene su explicación. A finales de 2022 se publicaron sendas investigaciones en las prestigiosas revistas JAMA Internal Medicine y JAMA Neurology, en las que se controló a 78.500 adultos mediante dispositivos que registraban su actividad y los investigadores descubrieron un menor riesgo de demencia, cardiopatías, cáncer y muerte se asocia a dar 10.000 pasos al día.
Sin embargo, la que está considerada como mayor investigación de este tipo, también concluyó que un ritmo más rápido aportaba beneficios superiores al número de pasos alcanzados. “El mensaje con el que nos debemos quedar es que, para proteger la salud, lo ideal sería no sólo dar 10.000 pasos al día, sino también caminar más deprisa”, afirma el Dr. Matthew Ahmadi, coautor del estudio e investigador del Centro Charles Perkins y la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad de Sídney.
Los investigadores certificaron que caminar 10.000 pasos se asocia con un 50% menos de riesgo de demencias, un 30% menos de cáncer y un 60% menos de riesgo de enfermedades cardiovasculares
No obstante, también hay que mencionar que ambos trabajos son observacionales y que por lo tanto no pueden demostrar una relación directa de causa-efecto, aunque los investigadores destacan las “asociaciones sólidas y coherentes” que se desprenden de ambos estudios, que también dejan claro que cada paso importa y que a menor cantidad también hay beneficios considerables, aunque tampoco se pudo concretar si más allá de los 10.000 pasos hay mayores mejoras en la salud. Eso sí, los investigadores certificaron que esa cifra se asocia con un 50% menos de riesgo de demencias, un 30% menos de cáncer y un 60% menos de riesgo de enfermedades cardiovasculares. No está nada mal.
Lo mejor es no obsesionarse
En el otro lado de la moneda, también hay estudios científicos que invitan a no obsesionarse. Por ejemplo uno liderado por expertos de la Universidad de Granada (UGR), publicado recientemente en Journal of the American College of Cardiology, concluye que alcanzar 7.000-9.000 pasos al día es un buen objetivo de salud para la mayoría de las personas. Además, los investigadores también han demostrado que el ritmo al caminar tiene de igual modo beneficios adicionales, y es mejor andar rápido que lento.
En la misma línea, un trabajo a cargo de expertos del Brigham and Women’s Hospital de Boston (EEUU) centró sus pesquisas en el análisis de los datos de un grupo de mujeres de 72 años de media durante cuatro años. Los datos de la investigación, cuyos resultados se publicaron en Jama Internal Medicine, confirman que lo importante es moverse. De hecho, los investigadores observaron que completar tan solo 4.400 pasos al día se asoció significativamente con un menor riesgo de muerte en comparación con 2.700 pasos por día. Y esa disminución en el riesgo de muerte se estabilizó alrededor de 7.500 diarios.
Así pues, aunque existen pruebas más o menos contundentes de que alcanzar los 10.000 pasos al día conlleva importantes beneficios para la salud y el control del peso corporal, no es menos cierto que completar una cantidad menor, y probablemente más realista para la mayoría de las personas, es igualmente recomendable. Y, en cualquier caso, parece claro que caminar a un ritmo moderado -5 o 6 km/h-, el tiempo recomendado -media hora al día- y con una frecuencia regular -al menos 5 días a la semana-, puede convertirse una estrategia efectiva para velar por la salud.